lunes, 1 de julio de 2013

MUERE CHAMA POR INYECTARSE BIOPOLÍMEROS


Murió después de inyectarse las nalgas


Lisbeth Chirinos, de 29 años de edad, pagó 5.000 bolos a una enfermera para ponerse sus nalgas un poquito más grandes el sábado en la noche. Después de la aplicación de biopolímeros -los cuales están prohibidos por el Ministerio de Salud- se quedó en casa de su novio, que está en frente de la vivienda donde la inyectaron en la esquina de Esperanza a Crucecita del sector Los Aguacatico, avenida Fuerzas Armadas.

La muchacha estaba sola, pues su pareja se había ido a Chuspa por los carnavales. A las 5:37 am del domingo le mandó un mensaje a su novio diciéndole que se estaba sintiendo mal, él se preocupó y llamó a la enfermera, Génesis Gil, para avisarle. Ella le respondió que ya habían hablado y que todo se debía a que Lisbeth no había comido.

Pasado el tiempo, dejó de responderle el celular a su novio. Al principio esto no le preocupó, pues pensaba que ella estaba molesta porque se había ido a la playa. Pero pasados unos minutos los pelos se le pusieron de punta y llamó nuevamente a Génesis, para que fuera a su casa a darle una vuelta a Lisbeth.

Sintió que por muchos minutos lo peloteó para decirle el estado de salud de su novia. Finalmente, a las 6:00 pm del domingo le atendió para decirle que la muchacha estaba grave, botando espuma por la boca. Nervioso, le pidió que la llevara a un hospital, pero esto nunca sucedió.

Cuando la pareja de Lisbeth llegó a su casa a la 1:00 am del lunes, vio a su novia vestida, maquillada y muerta. Ya la enfermera había marcado la milla, no sin antes hacer un bojote de amenazas vía telefónica.

La víctima dejó a tres hijos huérfanos, el mayor tenía 10 años de edad y unos morochitos de ocho añitos. Trabajaba como cajera en una zapatería de la esquina La Marrón en el centro de Caracas y vivía en Caricuao. El resultado de la autopsia determinó que Lisbeth murió por un infarto.

QUÉDENSE CON EL CUERPO NATURAL

Ángelo Chirinos, hermano de la fallecida, pidió a las chamas que se queden con su cuerpo natural y sobre todo que no se hagan este tipo de cosas en lugares clandestinos.

El papá de la muchacha, Leopoldo Chirinos, pidió a la ministra para la Salud, Eugenia Sader, que detenga estos procedimientos ilegales. Muy triste pidió justicia y que agarren a la responsable.

PILAS CON SITIOS CLANDESTINOS 

En el mes de noviembre de 2012 Karina Sánchez, de 31 años de edad, falleció por mala praxis cuando le hacían una liposucción en la clínica clandestina San Felipe de Las Mercedes.

En este supuesto centro médico también murió Carolina Sánchez, de 33 años de edad, el 13 de julio de 2012. En Los Teques Dayana González, de 26 años de edad, fue engañada por un enfermero impostor. Le puso biopolímeros en las nalgas, la chama quedó en coma y luego murió.

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